«La
melena negra y brillante le llegaba a los hombros y, de algún modo,
hacía juego con su rostro de facciones marcadas y sensuales y su
piel bronceada. Incluso su voz era profunda y llena de confianza; lo
único que desentonaba eran los ojos azules, típicamente británicos
y un tanto fuera de lugar en aquella cara tan mediterránea. En
cualquier caso, le sentaba bien el contraste; aportaba suavidad a un
conjunto que, de otra forma, se habría pasado de enérgico para su
gusto».
¡Me encanta!
ResponderEliminar¡Me alegro, Eme! .^^ Ahora ya puedes decirme si es tu preferido de los tres, hehe.
ResponderEliminar